jueves, 15 de septiembre de 2011

La venganza del Rey: Capitulo 5


En cuanto llegamos, Julio sale corriendo mientras se quita la ropa, yo prefiero tirarme un rato a la sombra del gran árbol. El mismo árbol que parece no tener fin nunca. Yo pienso que incluso los pájaros tienen vértigo cuando se posan en su copa. Es increíble. ¿Cuántos años tendrá? Seguro que, por los menos, supera los cien. Quien sabe, quizá bajo esta misma sombra han descansado soldados de la guerra civil. ¿Cuántas cosas habrá presenciado este árbol? Quizá muertes, amores imposibles, injusticias… ¡Qué más da! Es solo un árbol.
Hace algún tiempo atrás me hubiese parecido imposible plantearme lo que me planteo hoy. Pero después de que, a lo mejor sin darse cuenta, me lo halla pedido mi hermana… Dejar a Cavallari. Parece de locos. Es de locos. Pero por otra parte Julio lleva razón, quizá el italiano no sepa nada de la muerte de mi hermano y mientras estoy trabajando para él se está aprovechando de mí. Hay que aceptar que pegar guantazos desahoga, pero joder, lucho contra gente que no conozco de nada, quizá si los conociese nos haríamos amigos y todo y, sin embargo, ni hablamos, tan solo tenemos una cosa en mente: destrozar al otro. Pero dejarlo no sólo traería cosas buenas, también conllevaría que Cavallari me odiara y me pusiese en su punto de mira. Sería un fugitivo. Su fugitivo. Y yo no confío en que pudiese escapar eternamente. Recuerdo a aquel tipo que iba tras él, ¿cómo se llamaba? A sí, Santiago. Santiago Garrido. Un policía que lleva tras Cavallari tres años y aún no ha conseguido encerrarlo. O sea, que si le digo adiós a Cavallari no puedo confiar ni en la policía. Joder. ¿Hay alguna escapatoria?
De repente unos pocos litros de agua fría me empapan la cabeza. Me froto los ojos y cuando los vuelvo a abrir veo a Julio corriendo y con una botella en la mano.

-¡Te vas a enterar!

Salgo corriendo tras él. Lo veo lanzarse al lago y me mira desafiante. Me quito rápidamente la ropa y yo también me tiro al agua. Una vez los dos dentro, le persigo nadando y le sumerjo la cabeza en el agua unas cuantas veces entre risas.



La escena es, cuanto menos, curiosa. Estoy en cuarta fila, en el pupitre que pega a las ventanas de la izquierda y mire a donde mire solo veo a alumnos abanicándose con abanicos artesanos de papel. Alguno que otro más ingenioso, pero más desastre, ha arrancado la portada de cartón de la libreta y no deja de agitarla para hacerse aire. El profesor de física está sudando y mientras explica se hace aire con la mano. Está un poco gordo y es asqueroso ver sus sobacos bañados en sudor. Pero nadie tiene derecho a reírse de él. Es algo normal si cuentas con que son los últimos días de clase, estamos a última hora y hace un calor asfixiante. Ahora mismo no me importaría estar en aquel lugar de mis sueños, el de la hierba y el lago. Aunque tuviese que estar con Erik. Juro que no me importaría.
El chico que ha arrancado la portada de su cuaderno alza la mano para pedir el turno de palabra. El profesor interrumpe su explicación y se lo concede.

-Profe, hace mucho calor y yo así no me entero de nada. Como queda poco, ¿Por qué no deja de explicar?

La sonrisa del profesor desvela que a él también le encanta la idea pero, como suele ocurrir en estos casos, le puede el oficio.

-Yo también tengo calor, pero hay que acabar el tema. Tan solo quedan unos días de clase. Ya tendréis tiempo para descansar.

Y vuelve con sus queridas moléculas y átomos.
Echo un vistazo a Noelia, que está a mi lado y la veo sumergida en un trozo de papel que tiene entre las manos. ¡No me lo puedo creer! Ha imprimido la foto del chico. Como una cabra… En fin, ella al menos está entretenida. Alguien me toca el hombro, yo me vuelvo con disimulo y la chica que ha llamado mi atención me da una nota. Miro hacia todos lados intentando descubrir quien es el remitente, pero es como si toda la clase me ignorara. La abro. <<¿Te hizo algo el chico que te llevó a casa?>> Me la debe haber enviado Adri. Lo extraño es que se acuerde con la borrachera que tenía. Le contesto. <<Es un poco creído, pero no hizo nada como para denunciarlo>> Me gustaría decirle que le robó el coche pero ¿para que enredar las cosas? Al fin y al cabo Adrián ni se ha enterado así que supongo que Erik  se lo devolvería. Al poco tiempo llega de nuevo el papelito a mí. <<¿Te contó algo sobre mí?>> ¿Qué si me contó algo sobre él? No entiendo la pregunta. <<No, no lo hizo>>. Lo espío mientras desenvuelve la nota y veo como respira aliviado. Después la rompe y se guarda los pedacitos en el bolsillo de la chaqueta.



Nos volvemos a vestir en silencio, pero Julio lo rompe de la manera que menos me espero.

-Creo que tengo novia.

Toma ya. ¿Y yo ahora qué le digo? Él me sonríe esperando que yo responda algo y yo no dejo de buscar las palabras adecuadas. Nunca me habían dicho algo así.

-¿Cómo que “crees”?
-Que no estoy seguro. La conocí anoche.
-¿Cuándo desapareciste? -asiente-. Y, ¿te has enamorado?

Rara, la pregunta no suena diferente, suena rara. ¿Cuándo hemos hablado Julio y yo de amor? Nunca. Esto es nuevo. No se que decir. No soy un experto en dar consejos de ese tipo. Después de todo, Julio tiene corazón. De puta madre. Primero Laura y ahora él. Parece ser que yo soy el único que no está en una nube.

-¡No digas tonterías! ¿Enamorarme? ¿Te estás escuchando?

No sé porqué, pero el tono de su voz me hace entender que miente. O sea, que está enamorado y le da vergüenza decírmelo. Pero a ver, si no lo está ¿por qué ha sacado el tema de buenas a primeras sin venir a cuento? Se le ve el plumero y yo tengo dos opciones: reírme de él o intentar que se sienta cómodo.

-Oye Julio, si estás enamorado no pasa nada.
-¡Qué no estoy enamorado!
-Me puedes contar cualquier cosa, no me voy a reír.
-¿Quieres dejar ya el tema?
-Vale, vale. Como quieras.

Caminamos en silencio y de buenas a primeras inicia otro tema de conversación que tampoco estaba previsto.

-¿Sabes que me han hablado de un policía?
-¿Un policía?
-Va tras Cavallari.
-¿Y tú desde cuando buscas policías?
-Lo conoce una amiga mía.

Me da la impresión de que esa “amiga” suya es la misma chica de la que “cree” ser novio.  Aún así, hago como si nada.

-No será con el que estuve hablando el otro día, ¿no?

Niega con la cabeza.

-Se llama Carlos Lucena. ¿Te suena?
-No.
-Creo que deberías hablar con él.

Me gustaría decirle que estoy barajando la posibilidad de dejar las peleas ilegales y a Cavallari, pero me aguanto las ganas. No quiero anunciar nada hasta que sea oficial y aún no hay nada decidido.

-Ya veremos.

Monto en la moto. Una Yamaha r1 en color negro y con unos toques en dorado. Julio sube detrás de mí.



Entro en casa y lo primero que veo es la chaqueta del uniforme de mi padre colgada en la percha. Mi padre es policía y a mi me gustaría seguir sus pasos. Eso de acabar con todos los malos, defender a los buenos e intentar hacer que reine la paz debe ser el mejor trabajo del mundo. Es como ser un superhéroe, pero sin más poder que tu valentía y tus ganas de luchar. Me encanta.
En el comedor la comida ya está servida. Mis padres están en el salón viendo la televisión. Siempre que llego del instituto me los encuentro allí. Yo creo que ven la tele para entretenerse hasta que yo llegue a casa y así contener sus ganas de empezar a comer. Los beso y ellos me sonríen. Al poco tiempo estamos sentados en las sillas del comedor y ante la mesa o, lo que es más importante, la comida. Comemos entre preguntas tipo: <<¿Cómo te ha ido el día?>> Me encanta mi familia en ese aspecto. No somos la típica familia que se sienta a comer en silencio y viendo la televisión. Nosotros comemos mientras no paramos de hablar y reír.

3 comentarios:

  1. Siento mucho no haber pasado antes, pero acabo de empezar el instituto y ya estoy muy liada jajaja.
    Ahora mismo me pongo con la novela ^^

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  2. No tienes que pedir disculpas ni sentirlo jeje Yo también acabo de empezar y creo que tengo depresión postvacacional... todo sea por mi futuro :)

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  3. Hola,preciosas letras van desnudando la integral puereza de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía,te invito al mio,será un placer.es.
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen día, besos anómalos...

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